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¿Qué es un contrato inteligente?

Alan Savedra
09 mayo, 2018


Almacenado y ejecutado en blockchain, un contrato inteligente o «smart contract» es un contrato autoejecutable y previamente programado, cuya ejecución no depende del control de nadie ni de variables como la confianza.

Su cumplimiento es posible gracias a la propia naturaleza de su tecnología, eliminando de la cadena a intermediarios y posibilitando así procesos más rápidos y transparentes…

La validez y cumplimiento de un contrato inteligente no depende de autoridades centrales.

Estos contratos son de código abierto -es decir, visible por todos- y de contenido inmutable.

No es posible cambiar su contenido programado ni establecer nuevas reglas arbitrarias, gracias a la naturaleza descentralizada de la tecnología blockchain, que posibilita que esté distribuido a lo largo de miles de ordenadores, evitando así que una única persona, empresa o ente lo supervise.

Son inmutables, porque se encuentran distribuidos en miles de nodos que no pueden, por sí mismos, modificar su contenido.

En ese sentido, no caben ni importan las buenas intenciones, ni siquiera la confianza o conocimiento directo entre las partes. La confianza la da su tecnología.

De ahí que una de sus implicancias sea su potencial real para hacer desaparecer el dinosaurio de la burocracia.

Con smart contracts sería posible regir y llevar a cabo las elecciones de un país, con condiciones de seguridad, transparencia y rapidez; o incluso mejorar el ámbito de las plataformas web de trabajo freelance. En caso de que Pedrito entregue el trabajo tal día, se liberarán sus correspondientes fondos en tal fecha.

El pionero de los contratos inteligentes

Para comprender qué es un contrato inteligente, nada mejor que leer una definición temprana de su pionero.

El primero en hablar de smart contract fue Nick Szabo, científico de la computación y criptógrafo, que cuando lo conceptualizó y expuso sus potencialidades, aún no era posible hacerlos realidad con la tecnología disponible en esa época.

Hasta que en 2009 aparece Bitcoin y su blockchain.

Esto decía Szabo en 1996:

«Las computadoras hacen posible la ejecución de algoritmos hasta ahora prohibitivamente costosos y redes de transmisión de mensajes más rápidas, más grandes y más sofisticadas. Además, los científicos informáticos y los criptógrafos descubrieron recientemente muchos algoritmos nuevos y bastante interesantes. La combinación de estos mensajes y algoritmos hace posible una amplia variedad de nuevos protocolos.

Nuevas instituciones y nuevas formas de formalizar las relaciones que conforman estas instituciones ahora son posibles gracias a la revolución digital. Los llamo los nuevos contratos «inteligentes», porque son mucho más funcionales que sus ancestros inanimados basados ​​en papel. Ningún uso de inteligencia artificial es implícito. Un contrato inteligente es un conjunto de promesas, especificadas en forma digital, incluidos los protocolos dentro de los cuales las partes cumplen con estas promesas«.

(…) La idea básica de los contratos inteligentes es que muchos tipos de cláusulas contractuales (como gravámenes, fianzas, delineación de derechos de propiedad, etc.) pueden integrarse en el hardware y software con el que trabajamos, de tal manera que el incumplimiento del contrato sea costoso (si se desea, a veces de manera prohibitiva) para el infractor.»

Sin jergas raras, ¿ejemplos de su uso?

Los contratos comunes y corrientes son acuerdos entre dos o más partes, donde se establecen las reglas de juego; es decir, cómo proceder, qué ocurre en caso de que tal cosa no se cumpla, etc.

Se tratan de documentos escritos, que dependen de las propias leyes locales, de los costos y tiempos de cada escribano, así como de su procesamiento por instituciones. Su contenido, además, puede estar sujetos a posibles y diversas interpretaciones.

El contrato inteligente tiene, sin embargo, otra mecánica, dado que puede ejecutarse y cumplirse de modo automático y autónomo, sin la intromisión de intermediarios, sin necesidad de interpretaciones.

Son códigos informáticos previamente programados, donde los términos y condiciones del contrato aparecen como comandos; es decir, como órdenes programadas.  Por ejemplo, si tal cosa pasa, se ejecuta tal otra.

Se trata de un software que corre sobre una blockchain, con la capacidad de recibir mensajes o transacciones bajo determinados parámetros.

Pero no sólo son un acuerdo entre partes. Un contrato inteligente también puede servir como un espacio digital para el registro de datos.

Bajado a ejemplos, un contrato inteligente podría aplicarse para alquilar vehículos a otros usuarios, sin comisiones de empresas en el medio.

Tal vez para automatizar herencias, fijando los detalles sobre una sucesión luego de la muerte de una persona, momento en que el contrato comenzaría a estar vigente, asignando fondos a las diferentes billeteras electrónicas de los destinatarios.

O hasta para la asignación de seguros en caso de accidentes. Y un infinito etcétera.

¿Qué es un contrato inteligente en el caso de Bitcoin?

Bitcoin posee contratos inteligentes por defecto, acuerdos programados que rigen la interacción entre los usuarios de la red.

Están programados para actuar igual siempre, sin poder por ejemplo cambiar los bloques; es decir, toda la información de transferencias y demás.

Las reglas de consenso del sistema son las que hacen posibles las transacciones, sin depender de instituciones de ningún tipo, sin importar si las partes se conocen entre sí.

Los EVM de Ethereum

Ethereum ejecuta contratos inteligentes P2P, a través de Ethereum Virtual Machine (EVM), una máquina virtual distribuida cuya criptomoneda, llamada Ether (ETH), es el combustible que requieren los mineros para poder ejecutar el contrato.

Ethereum funciona en una blockchain propia, diferente a la de Bitcoin, que posibilita a los desarrolladores crear aplicaciones descentralizadas (DAPPS), Organizaciones Autónomas Descentralizadas (DAO), contratos inteligentes, entre muchas otras.

Para la construcción de contratos inteligentes en Ethereum se utiliza un lenguaje de programación llamado Solidity.

EVP en Counterparty

Counterparty quiere implementar el EVM para ejecutar contratos inteligentes como los de Ethereum, pero en la blockchain de Bitcoin y utilizando también Solidity. Hará todo lo que ya se hace en Ethereum, pero en Bitcoin.

RootStock

Otro intento por incorporar los smart contracts turing completo de Ethereum a Bitcoin.

RootStock (RSK) se autodefine como:

«Lprimera plataforma de contrato inteligente de código abierto con una vinculación bidireccional a Bitcoin, que también recompensa a los mineros de Bitcoin a través de merge-mining, lo que les permite participar activamente en la revolución de Smart Contract. El objetivo de RSK es agregar valor y funcionalidad al ecosistema de Bitcoin al permitir contratos inteligentes, pagos casi instantáneos y mayor escalabilidad«.

El proyecto fue alabado en 2015 por el mismísimo Nick Szabo a través de su cuenta de Twitter:

lo mejor de Bitcoin (moneda y liquidez del sistema) + lo mejor de Ethereum (ecosistema de programación de contratos inteligentes)

Los contratos inteligentes de Lisk

Uno de los 200 mejores proyectos blockchain de marzo de 2018 según Darpal Rating fue Lisk, ocupando el 2 ° lugar.

Se trata de una plataforma que permite el desarrollo de contratos inteligentes y otras aplicaciones descentralizadas usando JavaScript.


Fuente:

Blog Bit2me

Documento de Nick Szabo: Smart Contracts: Building Blocks for Digital Markets

También compartimos una investigación sobre las vulnerabilidades detectadas en contratos inteligentes 



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