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El origen de blockchain: desde la criptografía, los algoritmos y los Cypherpunk del 90′

Martin C
19 julio, 2018

Como sucede con casi todo salto tecnológico, blockchain no nació de un día o año para el otro. Tampoco fue obra de una única mente. El origen de blockchain nos remonta varias décadas atrás, siendo fruto del trabajo, investigación, concepciones y aportes de varios actores a lo largo del tiempo…

Surgido hace ya más o menos una década, Bitcoin es la primera criptomoneda y la más popular de nuestros tiempos. Pero blockchain, la tecnología que lo sustenta y hace posible su funcionamiento, es el resultado de 40 años de investigaciones y propuestas, incluyendo contribuciones de la criptografía, el avance de los algoritmos, o la búsqueda de alternativas para dar con una auténtica estructura descentralizada.

Llegar hasta el origen de blockchain supone un largo proceso de décadas. Con el tiempo, terminó significando para muchos un revolucionario cambio de paradigma: la eliminación del intermediario para la validación de transacciones.

O dicho en otras palabras: con blockchain, la figura de terceros se vuelve innecesaria, lo cual conlleva beneficios a nivel de ahorro de costos (comisiones), así como en términos de privacidad, al no existir un único ente central que concentre la información de los usuarios.

La criptografía, pieza clave en el origen de blockchain

Durante la primera mitad del siglo XX, distintas iniciativas bajo la órbita militar ya se valían de la criptografía. Los militares aprovecharon el potencial del arte de escribir en clave secreta, cuando los gobiernos comprendieron su valor para codificar la información.

Imposible no mencionar al matemático inglés Alan Turing, científico de la computación y pionero, que desde temprano sentó las bases del concepto de algoritmo, siendo además precursor en los campos de la criptografía, la inteligencia artificial y distintas ramas de la informática.

En tiempos de la Segunda Guerra Mundial, Turing ayudó y dio ventaja a la facción de los países aliados, tras descifrar los mensajes codificados que los nazis usaban para enviar órdenes a los submarinos encargados de acechar a los convoyes estadounidenses de ayuda.

Comandando la división de la Inteligencia británica, Turing creó máquinas y procedimientos con la facultad de hacer combinaciones y cálculos más rápidamente que cualquier mortal. Así rompió el código de «Enigma», la máquina empleada por los alemanes para sus comunicaciones privadas y en clave.

Otro ejemplo similar puede rastrearse en la Guerra del Pacífico (entre 1937 y 1945), en que los estadounidenses descifraron el Código PURPLE, la máquina de cifrado manejada por Japón.

Considerada «el corazón de blockchain», precisamente gracias a la criptografía la información que se comparte en la cadena de bloques aparece en formato encriptado por grandes redes de computadoras.

El campo de los algoritmos

Con el desarrollo de la matemática y basándose en los fundamentos de la criptografía, en la década del 70′ se diseñaron diferentes algoritmos que contribuyeron en la creación de la «criptografía de clave pública», una de las arterias del Bitcoin y la tecnología blockchain.

Whitfield Diffie y Martin Hellman desarrollaron en 1976 el algoritmo Diffie-Hellman, galardonado con el premio A.M. Turing de la Association for Computer Machinery en 2016, por ofrecer un trabajo «que revolucionó la seguridad informática». Apuntó a generar dos tipos de claves criptográficas: una pública y otra privada. Un mensaje puede encriptarse con una clave pública, pero para descifrarlo se requiere de una clave privada.

Se trata de un protocolo de establecimiento de claves entre partes sin necesidad de contacto previo. Por medio de fórmulas matemáticas, se busca que A y B puedan compartir información, sin que C tenga posibilidad de ver lo que se dicen, ni saber lo que se envían. Resumiendo demasiado, parte de la noción de que dos usuarios pueden generar una clave compartida, sin que un tercero que esté escuchando sus comunicaciones pueda obtenerla.

Casi al mismo tiempo, en 1977 Ron Rifest, Adi Shamir y Leonard Adleman edificaron un marco para la creación de claves, formas de encriptar y decodificar mensajes, a través de su algoritmo RSA.

Comprobando la solidez de su código, los estadounidenses publicaron un desafío para los lectores de una revista. Había que descifrar un mensaje a cambio de $ 100. Recién a mediados de los 90, Derek Atkins, Michael Graff, Arjen K. Lenstra y Paul C. Leyland lo consiguieron, tras disponer computadoras en diferentes pueblos de todo el mundo para así obtener mayor potencia computacional al momento de resolver el problema.

Los árboles y puzles de Merkle

Patentado en 1979 por el científico de la computación Ralph Merkle, el árbol de Merkle o «árbol hash» es una estructura de datos en forma de árbol, que propone una forma de verificación segura y eficiente de los contenidos de grandes cantidades de datos.

También fue el creador de los «puzles de Merkle», protocolo para intercambiar claves criptográficas de forma segura, a través de «puzles», es decir problemas computacionales que exigen una determinada cantidad de esfuerzo computacional para resolverse, con el cometido de dificultar que un tercero se filtre en la comunicación y consiga la clave.

Un «puzle» resuelto implica obtener una posible clave y un identificador que lo diferencia de los otros «puzles». Sin explicar la operativa del algoritmo y sin usar su terminología exacta, digamos que se trata de un método para que dos partes acuerden una clave secreta común.

Si un tercero quiere incerceptar las comunicaciones entre ellos para obtener dicha clave, debería poder resolver todos los «puzles» intercambiados y resueltos entre las partes, lo cual requerirá de un esfuerzo computacional demasiado grande.

Al igual que el algoritmo Diffie-Hellman, los árboles y puzles de Merkle son considerados tres precursores fundamentales de la criptografía de clave pública.

Los 90′ y los Cypherpunk

Entrada la década del 90′, surgen proyectos informáticos como PGP -Pretty Good Privacy- de Phil Zimmermann (1991), el primer software de encriptación de e-mails de amplio uso, o EFF – Electronic Frontier Foundation- (EFF, creada en 1990), así como el Manifiesto Criptoanarquista de Tim May., cuyas palabras de inicio pasamos a recordar:

«Un espectro está rondando el mundo moderno, el espectro de la cripto anarquía.

La tecnología informática está a punto de proporcionar la capacidad para que individuos y grupos se comuniquen e interactúen entre sí de forma totalmente anónima. Dos personas pueden intercambiar mensajes, realizar negocios y negociar contratos electrónicos sin conocer el verdadero nombre o identidad legal del otro. Las interacciones a través de las redes serán imposibles de rastrear, a través de un enrutamiento extenso de paquetes cifrados y cajas a prueba de manipulaciones que implementan protocolos criptográficos con una seguridad casi perfecta contra cualquier alteración. Las reputaciones serán de importancia central, mucho más importantes en las transacciones que incluso las calificaciones crediticias de hoy. Estos desarrollos alterarán por completo la naturaleza de la regulación gubernamental, la capacidad de gravar y controlar las interacciones económicas, la capacidad de mantener la información en secreto e incluso alterarán la naturaleza de la confianza y la reputación…»

Escrito en 1988

Shibuya, barrio de Tokio 

Fueron algunas de las manifestaciones y primeras bases del llamado movimiento Cypherpunk, férreo e inoxidable defensor de la libertad de expresión, el acceso a la información y la privacidad, 3 valores que deberían ser protegidos e impulsados mediante la tecnología y la criptografía.

Bitgold, B-Money y otros antecedentes del 90′

Entre otros antecedentes del 90′, cabe referirse a:

  • Bitgold, propuesta de sistema descentralizado, desarrollada por Nick Szabo, quien definió el concepto de contratos inteligentes.
  • B-Money, iniciativa de moneda virtual presentada por el ingeniero y Cypherpunk Wei Dai en 1998, diseñando un entorno en que personas anónimas intercambiaban una moneda digital mediante una base de datos distribuida. La moneda en cuestión era generada por sus participantes, resolviendo complejos acertijos computacionales. Satoshi Nakamoto, el nombre del hombre, la mujer o el colectivo que implementó Bitcoin -aún se desconoce su identidad-, se refirió al trabajo de Wei en el White Paper de Bitcoin.
  • Hashcash, alternativa planteada por el criptógrafo Adam Back contra el spam y la lluvia de correos no deseados. Una especie de antídoto tecnológico para mitigar la creación de miles de correos electrónicos, pudiendo verificar si cada uno era genuino a partir de ciertos criterios establecidos por el algoritmo de HashCash. Al enviar un e-mail a través de HashCash, su contenido se procesa empleando un algoritmo que genera un sello o «hash», exclusivamente asociado a ese contenido del e-mail en cuestión. Para que ese sello sea válido, se requiere de determinado tiempo y poder computacional. Justamente en la llamada minería del Bitcoin, los mineros usan ese mismo algoritmo para validar los bloques en una blockchain. Es utilizado como un requisito para agregar bloques a una cadena. Cada uno contiene un cálculo que representa bloques previos en esa cadena. Si alguien quisiera alterar ese historial de datos debería insumir una cantidad incalculable de tiempo y demasiado potencia computacional.

La solución al «problema de los generales bizantinos»

Un grupo de generales del ejército bizantino acampa con sus tropas en tierras enemigas. Deben convenir un plan de batalla común, a través de un mensajero. Pero uno o más de ellos pueden ser traidores que buscarán confundir al resto. La clave es encontrar un algoritmo que garantice que los generales leales llegarán a un acuerdo.

Esa situación de partida sintetiza, en términos muy escuetos, el denominado «Problema de los Generales Bizantinos».

Tal como apunta el portal tnooz, la tecnología blockchain parece haber dado una solución concreta a este conflicto planteado en el contexto de los sistemas computacionales, al aportar un marco capaz de garantizar el historial de eventos registrados «en una red no confiable, sin la necesidad de una sola fuente de verdad o autoridad central. Incluso con traidores en la red, la red alcanza el consenso correcto de lo que sucedió y en qué orden sucedió«.

2008-2009

En octubre de 2008 Satoshi Nakamoto publicó Bitcoin P2P e-cash, un sistema ‘peer-to-peer’ de dinero electrónico sin intermediarios financieros ni de ningún tipo. El 3 de enero de 2009 tuvo lugar el primer bloque de la blockchain de Bitcoin. Menos de una semana después, el o los autores publicaron Bitcoin v0.1, comunicando el inicio de la primera transacción con esta criptomoneda.

Blockchain, una arquitectura de datos al servicio de múltiples usos

Blockchain es la descentralización en su expresión tecnológica. En vez de una autoridad central que adopte las decisiones y reglas de juego, los datos (criptomonedas, información, cosas, etc.) se transfieren, validan o almacenan de forma distribuida a lo largo de muchas redes de computadoras, tendidas en diferentes partes del mundo sin ninguna jerarquía entre sí.

Nadie impone las reglas, sino el sistema y su complejo funcionamiento a base de algoritmos matemáticos, criptografía, operaciones computacionales y criterios de validación. No se depende de una persona, empresa o institución. El sistema parece funcionar por la naturaleza de su tecnología.

Esto abre un gran radio de posibilidades. No sólo desplazar de la ecuación a intermediarios; por ejemplo, en las áreas de la música, el periodismo, las redes sociales, el sistema financiero, etc., dando la ocasión de conectar a las partes directamente o hasta otorgar beneficios económicos más justos y sin peajes.

Blockchain puede servir, por ejemplo, para hacer más eficientes y acelerados determinados procesos a nivel gubernamental. El gobierno de Australia, por ejemplo, ha anunciado que invertirá en el estudio de esta tecnología.

En Uruguay Power Ledgers está utilizando blockchain para desarrollar redes de intercambio de información a nivel corporativo, así como para edificar una red de intercambio notarizado de información y transacciones entre empresas y organizaciones de gobierno.

El Banco Popular de China anunció que se encuentra desarrollando un sistema alimentado por una cadena de bloques para la digitialización de cheques.

El emprendimiento suizo Smart Containers incorpora esta tecnología en el ámbito de la logística, con la intención de reducir los costos del proceso y también el papeleo.

Esta tecnología también provee un grato ecosistema para el almacenamiento seguro y confiable de datos, dado que los bloques generados en la cadena no pueden eliminarse ni alterarse una vez radicados en blockchain.

Son apenas algunas de las tantas muestras de proyectos en desarrollo alrededor del mundo, que han encontrado en la cadena de bloques el espacio natural y viable para sus variados propósitos…



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